ALIMENTACIÓN CONSCIENTE
RECONCILIARTE CON EL ALIMENTO Y CONTIGO
A lo largo de dos décadas de trabajo con los obesos y otras personas con trastornos de la alimentación, hemos ido practicando diferentes estrategias en los tratamientos.
Hoy , al enfocar el tema dentro del campo de las adicciones, se nos hace necesario diferenciar el alimento de cualquier otra sustancia.
Si bien es cierto que en el comer compulsivo hay un exceso y una conducta adictiva, es innegable que el ser humano necesita el alimento para vivir, en cantidades y variedad adecuada. De modo tal que _ allí donde al adicto a otras sustancias se le pide abstinencia total de la droga o del alcohol _ en el caso del obeso tal propuesta sería impensable.
Durante mucho tiempo se nos ha prometido que con una dieta restringida en calorías (a veces rica en proteínas, otras con más carbohidratos) encontraríamos el peso adecuado. Sería posible llegar a tal meta, a menos por un detalle: también se nos ha asegurado que, de la mano de la silueta ideal, nuestras vidas se tornarían ideales. ¿Qué mejor propuesta para una sociedad de adictos?
Millones de personas en el mundo amanecen con las buenas intenciones de seguir el nuevo plan de alimentación sugerido por su médico, o la dieta que leyó en el último número de una revista a punto de pasar a la historia, desplazada por el número siguiente. Sólo un veinte por ciento de ellos llegará a sacarse una foto con su nueva silueta; y no sabemos cuántos seguirán en un peso adecuado.
El resto continuará intentando, adquiriendo la progresiva certeza de que las dietas son la salida, y que son ellos como seres humanos los que no funcionan.
Este protagonismo de las dietas, lejos de lograr a largo plazo la salud, consigue una ruptura entre el hombre y sus necesidades, entre las personas y el alimento; en fin, el hombre se distancia aún más de la naturaleza, y de sí mismo.
Es verdad que somos seres sociales y culturales. Aunque también es cierto que el alimento es parte del mundo, y que nuestra salud tiene que ver con un vínculo amable con ambos.
Nuestro enfoque apunta a recomponer el vínculo entre la persona y su alimento; a despejar en primer lugar las cuestiones dietarias, para dejar surgir los mensajes no dichos que están en el origen de la adicción.
Tal como lo sugirió nuestro referente en gestalt, Fritz Perls, si una persona desea resolver sus dificultades con la alimentación, el camino pasa por prestar atención al acto de comer. En lugar de retringir la ingesta, trabajamos en el darse cuenta de la necesidad de comer, y de la sensación de saciedad. Además, focalizamos en el percatarse de la elección de los alimentos en cada momento. En fin, revisando de qué modo comemos, en lugar de buscar explicaciones, llegamos a modificar el vínculo con la comida. Y ésta pasa a su verdadero lugar y a cumplir sus funciones: nutrición en el nivel del cuerpo físico; satisfacción en un nivel emocional.
Nadie plantea que sea un camino fácil y absolutamente placentero. Está lejos de prometer el ideal de la felicidad y un cuerpo perfecto.
Aunque al cabo del mismo sí podemos afirmar que nos encontramos como seres más responsables y con una conciencia más amplia, lo cual permite que vivamos mejor.
Sara Levy
Equipo de Nutrición de
La casa de Floresta
Dir. Lic. Elsa Lanza y Lic. Kita Cá
4671-7507